viernes, 4 de mayo de 2012

-Te prometo un "para siempre". ¿Y tú me lo prometes?
+Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
-Bueno, aunque te odie, si me necesitas, iré.
+No lo reo... Si me odias no me querrás ver...
-Pues cerraré los ojos.
+No me querrás oír.
-Pues no te dejaré hablar.
+¿Entonces?
-Te abrazaré y te diré: "¿Te acuerdas de aquella tarde en que te prometí un para siempre? Lo decía en serio.

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