viernes, 1 de junio de 2012

Hay personas que entran en tu vida y lo cambian todo.

Personas por las que vale la pena parar, respirar y valorar; valorar lo que realmente importa, los detalles, las pequeñas cosas como el agua del mar, las nubes, una mirada de esas que..., que lo dicen todo, unos ojos como los tuyos, el modo en que me sonríes, ese abrazo  infinito, los huracanes en el estómago, tus manos, despertar a tu lado, esos detalles que hacen que todo cobre el sentido, incluso lo que hasta el momento de conocerte creí que no importaban. Son esas cosas las que lo cambian todo; las que provocan que haga las maletas y salga corriendo, sin importarme dónde, siempre y cuando el destino seas tú; las culpables de que me hayan brotado alas.
Tú, de esas personas que aparecen, que lo cambian todo y hacen que ya nada importe y a la vez que todo empiece a importar.
Abro los ojos y sé que estás y me dejo llevar sin pensar hacia dónde ni a qué lugar porque nada importa si tú estás.

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