viernes, 6 de julio de 2012

Dijiste que "Siempre" era una bonita palabra.

Y que implicaba muchas cosas. Dijiste que no te irías porque sabías que aprovecharía para irme a dormir. Y cuando fui, esperaste un rato a mandar un "Descansa bien, princesa. Por la mañana, cuando leas esto, yo estaré echándote de menos." Te ha fallado el plan, lo leí de madrugada. Y por la mañana, al despertar, lo que tenía era un "Que tengas un dulce despertar, que algún día serás princesa."
También dijiste que no me besarías nunca, y fue de las primeras cosas que hiciste. Y que no puedes dejar de hacer, como mirarme a mí, y no al paisaje. Dijimos tantas cosas, que acabamos sintiendo el doble.

π

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